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La calle de las Egipcíaques de Barcelona, un lugar de retiro para mujeres licenciosas

Se dice que la calle de las Egipcíaques de Barcelona es de las pocas, por no decir la única calle de Barcelona, donde no vive nadie.
También sabemos que la calle de las Egipcíaques de Barcelona, es el único lugar desde donde se puede ver el reloj de la torre del Hospital de la Santa Creu de Barcelona. Y que la calavera que se puede observar en la foto superior es obra del artista Juan Carlos Valdiviezo.
La calle recibe el nombre de las Egipciacas por el antiguo convento situado en la calle dirigido por monjas Agustinas Arrepentidas / Egipciacas. El convento existió desde 1579 hasta 1669, era un lugar de retiro para mujeres licenciosas que se arrepentían de sus disipadas vidas. Tanto prostitutas como infieles y en ocasiones promiscuas eran acogidas en el convento para redimirlas de sus vidas pecaminosas. 
Hasta aquí podría parecer que era una buena obra y un buen servicio para mujeres de Barcelona que deseaban cambiar de vida y alejarse de las calles, pero la realidad era otra ya que durante algunas épocas simplemente se les enclaustraba a modo de castigo por sus vidas de pecado.

Convento Santa Maria Magdalena de Barcelona

El nombre de Egipciaca viene de un personaje nacido en el siglo VII conocido como María Egipciaca. Dicen que María Egipciaca, era una mujer de extrema belleza y un tanto ligera de cascos que decidió marchar y establecerse en Alejandría para ejercer la prostitución. Y así fue, aunque pasados los años y ya siendo casi una anciana se arrepintió de sus actos y marchó a Jerusalén para expiar sus culpas. Al llegar a la ciudad se postró ante una imagen de la virgen y esta se le apareció invitándola a cruzar el río Jordán para perderse en el desierto.

María murió en el desierto tras años de penitencia. Se dice que al intentar enterrarla la tierra se endureció de tal manera que fue imposible cavar una tumba y que justo en ese momento se apareció un enorme león, un león tan manso como un cordero, que con sus afiladas zarpas cavó el agujero donde María fue enterrada. Años más tarde la vida de María Egipciaca, se tomó como ejemplo en toda Europa para todos los pecadores que de alguna manera se arrepentían de su mala vida. 
Cuando paséis por el carrer de les Egipcíaques de Barcelona, recordad que en tiempos pasados muchas mujeres fueron castigadas y recluidas en esa calle por el simple hecho de llevar una vida mal vista por las masculinas autoridades políticas y eclesiásticas de una sociedad retrograda.