LA CABEZA ENJAULADA DE PLA DE PALAU

Tal día como hoy 11 de septiembre se conmemora el día de la entrada en Barcelona de las tropas borbónicas y se rinde homenaje a los caídos en la defensa de la ciudad.
En este día festivo aunque triste en su origen, se rinde homenaje a Rafael de Casanovas, conseller en cap de la Generalitat de Cataluña, que lucho junto a Villarroel y a la Coronela y en la defensa de la ciudad sitiada por las tropas borbónicas.
Se rinde homenaje con ofrenda de flores en la estatua de Casanovas pero pocas personas se acuerdan de otro héroe de guerra como fue el general Moragues.
Por eso hoy quiero dedicarle el post del día.

“Colgada de la puerta del mar estuvo la jaula que contenía la cabeza decapitada del general Moragues. Luchó con el ejército regular catalán junto a tropas procedentes de otros lugares de la Corona y aliados del Archiduque Carlos y junto a la Coronela que estaba formada por ciudadanos militarizados de los gremios de oficios. La más poderosa de todas las Coronelas fue la de Barcelona, organizada en 6 batallones bajo la protección de las banderas de Santa Eulàlia y de Sant Jordi, con capacidad efectiva para movilizar rápidamente una fuerza de unos 4.000 hombres, para defender la muralla y las puertas de la cuidad de cualquier ataque enemigo, en este caso defender la ciudad del ataque de las tropas castellanas y francesas.

Josep Moragues fue juzgado, torturado y ejecutado el 27 de mayo de 1715

Se le retiran públicamente todos los honores militares, se le descalza, se le viste con una camisa de penitente y es arrastrado por un caballo a través de las calles de Barcelona hasta llegar al patíbulo donde es degollado, decapitado y descuartizado. Su cabeza, como escarnio, fue expuesta en una jaula de hierro que se colgó en la Puerta del Mar de la muralla de Barcelona, con una inscripción que decía: Josep Moragues, por haber cometido el crimen de una rebelión contumaz, haber abusado dos veces de la clemencia real, finalmente, la tercera vez, fue preso y ejecutado por la justicia. A pesar de los ruegos de su viuda, la jaula permaneció allí quince años”.

Otra historia digna de destacar es como Felipe V se cebó con una población desesperada y agotada después de un sitio de casi catorce meses, soportando fuertes bombardeos desde fuera de las murallas de la ciudad. La primera acción de represión por parte de Felipe V, fue formular el decreto de Nueva Planta que abolía las instituciones y leyes propias de Cataluña y prohibía el uso de la lengua catalana. Instrucciones de Felipe V al Duque de Berwick sobre el trato que debía dar a los resistentes cuando la ciudad cayera. «se merecen ser sometidos al máximo rigor según las leyes de la guerra para que sirva de ejemplo para todos mis otros súbditos que, a semejanza suya, persisten en la rebelión»

«Que no se hablará más ni de privilegios ni de usajes, revocando a tal efecto el artículo de mis órdenes por el cual os había prescrito someterles a las Leyes de Castilla, conveniendo con vos que es mejor reservarme la libertad de someterles a los reglamentos que considere oportunos a mis intereses».

El duque Berwick escribió en sus memorias que aquella orden le pareció desmesurada y «poco cristiana». Según Berwick, ésta se explicaba porque Felipe V y sus ministros consideraban que «todos los rebeldes debían ser pasados a cuchillo» y «quienes no habían manifestado su repulsa contra el Archiduque debían ser tenidos por enemigos» Tres puntos de la represión para someter al pueblo catalán fueron de lo más cruel, sin contar claro está, las ejecuciones a ciudadanos.
Primer punto: Destruir los techos de muchas viviendas familiares para hacerlos vivir a la intemperie.
Segundo punto: Obligar a muchos ciudadanos a derrumbar sus casas con sus propias manos.
Tercer punto: El mas curioso y que afectaba a todo el mundo. Solo se permitía tener un cuchillo por familia y éste tenia que estar atado con una cadena a la mesa del comedor.