LA UTILIDAD DE LOS PICAPORTES

Del catalán Picaportes “golpea puertas”, en castellano también se le llama Aldaba. Era una pieza de metal de formas muy variadas. Desde las más funcionales a las más artísticas, su función era la de llamar a la puerta de la escalera de vecinos de manera personalizada con un código para saber a que piso se llamaba.
“Tres pics i repicó”, Tres golpes y un regolpe, en castellano, quería decir que estabas llamando al tercer piso, primera puerta.
Se golpeaba para indicar el piso y se dejaba una pausa, de apenas un segundo, para el numero de puerta. Esto en el caso de los edificios de viviendas. Para las puertas de palacios o casas unifamiliares con golpear ya era suficiente.
En algunos palacios podemos observar que el picaporte estaba situado a una altura considerable, en el Consulat del Mar de Barcelona se encuentra a unos tres metros.

Seguro que de pequeños muchos éramos los que creíamos que en esas casas vivían gigantes, pero en realidad estaban colocados de tal manera que se pudiesen usar sin bajarse del caballo.
El sistema en tiempos pasados para abrir la puerta de la calle sin necesidad de bajar por las escaleras era tan sencillo como utilizar un sistema de poleas y cuerdas instaladas estratégicamente para hacer posible la apertura de la puerta desde una distancia considerable.
Si vivías en el quinto segunda, cuando oías cinco golpes y después de una pausa de un segundo dos toques más, quería decir que alguien quería visitarte, solo tenias que asomarte al balcón para ver quien era y si te interesaba dejarle entrar solo tenias que salir al rellano de la escalera y tirar de la cuerda para abrir la puerta de la calle.
Un buen sistema que se usó muchos años antes de que se inventasen los interfonos con apertura automática.